Darío Jaramillo COLOMBIA

POEMA DE AMOR 2


Podría perfectamente suprimirte de mi vida,
no contestar tus llamadas,
no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningun lugar comun y no volver a verte,
circular por las calles por donde se que no pasas,
eliminar de mi memoria cada instante que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas cuando me pregunten por ti,
y hacer como si no hubieras existido nunca.
Pero te amo.


OTRA ARTE POÉTICA UNA: LA PALABRA


Estamos de acuerdo;
por una vez concedamos que ustedes, los poetas,
tienen la razón; que tienen
toda la razón: sí, las palabras
se gastan, las palabras
envenenan todo lo que tocan.
Digamos que acertaron, que dieron
en el blanco, que cogieron
la cosa por donde era;
digamos que hay palabras metálicas
que si caen desde cierta altura
pueden matar a una persona
y que hay palabras en forma de ceniza
que explotan como pólvora,
y que hay otras palabras que son flores
que se marchitan en un día
-como las de este verso de doble faz,
útil para floreros y promesas-
y que hay otras que se huelen y se tocan y se miran
y palabras detergente
y palabras perfume y que también está la palabra
silencio. Digamos, en fin, que hay palabras
como la palabra caravana o la palabra
sombra, sin mencionar la conocida
rosa. Pero ya estamos llegando
al límite. Las palabras, son palabras, poetas,
y yo no puedo hacer nada por ustedes.



CANTAR POR CANTAR


Poseso por una resonancia,
el eco armonioso de un lugar sin ruidos,
bañado por la luz amarilla de la luna llena:
una roca de grafito refleja sus destellos
y ella se mira en este espejo sin nubes por testigo.
Poseso por una resonancia,
alguien dentro de mi aparece y me transforma,
una risa de otro que recoge la luz preferida por la luna.
Puedo oír el eco del silencio absoluto,
Es el sonido de la sombra de la hierba
Iluminada por el metal de esta luna precisa.
Poseso por una resonancia,
El tiempo transcurre en varios ritmos, pero no hay
pasado en este cuento,
alguien que soy yo, dentro de mi aparece
y me dicta cosas que ignoro.
Y obedezco.


 

PROPÓSITO

No menciones el amor: bien sabes que sería profanarlo.
Déjalo ser en silencio, para que sienta la música
de los dedos que rozan una piel amada.
Pero cállalo. Dedica tu babosa palabra a la pena;
Exhibe sin pudor la dureza de tu corazón y así
confirmarás que esa llaga ya no duele;
ah, tu corazón, esa zona manida de ti, sabia,
anestesiada, infeliz.
No, no menciones el amor; déjalo crecer en silencio,
Aliméntalo con silencio, compártelo sin decirlo
y solamente tartajea tu palabra para secretar tu viscoso veneno,
la amarga poción de tu cautela.



Tu voz por el teléfono tan cerca y nosotros tan distantes,
tu voz, amor, al otro lado de la línea y yo
aquí solo, sin ti, al otro lado de la luna,
tu voz por teléfono tan cerca,
apaciguandome, ya tan lejos tú de mí, tan lejos,
tu voz que repasa las tareas conjuntas:
"debemos empezar una cosa y luego la otra sin terminar ninguna",
o que menciona un numero magico,
que por encima de la alharaca del mundo me
habla para decir en lenguaje cifrado que me amas.

Tu voz aquí, a lo lejos, que le da sentido a todo,
tu voz que es la música de mi alma,
tu voz, sonido del agua, conjuro,
encantamiento.



Algún día te escribiré un poema que no
mencione el aire ni la noche;
un poema que omita los nombres de las flores,
que no tenga jazmínes o magnolias.

Algún día te escribiré un poema sin pájaros,
sin fuentes, un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.

Algún día te escribiré un poema que se limite
a pasar los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada.
Sin comparaciones, sin metáforas,
algún día escribiré un poema que huela a ti,
un poema con el ritmo de tus pulsaciones,
con la intensidad estrujada de tu abrazo.
Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.

 
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