SOBRE
LA MURALLA DEL TIEMPO LA PALABRA MÁS
ALTA
Wallace
Stevens -
Estados Unidos (1879 - 1955)
Versiones
de Esteban Moore (Buenos Aires,
2006)
La
muerte de un soldado
La
vida se contrae,
al igual que en el otoño,
se espera la muerte.
El soldado cae.
Y...
no ha de ser, personaje del momento,
alimento de las comadres,
que reclaman para su memoria, pompa
y homenaje.
La
muerte es absoluta, desconoce ceremonias,
como en el otoño,
cuando el viento calla.
Sobre
los cielos se detienen los vientos,
a pesar de todo,
las nubes siguen su camino.
Otoño
inmortal
Recito este poema con voz grave
y monótona
en alabanza del otoño, del
lejano y sinuoso otoño
alabo los campos sin flores alabo
las nubes, las altas
/ramas
silenciosas
donde
el viento arranca sonidos, músicas
sombrías.
Alabo
el otoño ésta es la
estación del hombre,
ahora el extraño sol no se
entromete en nuestra tierra
no vigoriza el verde ni deshiela
el suelo escarchado
y el invierno todavía no
agobia con su silencio las ramas
del pino.
En
el otoño compartimos los
días con los negros cuervos
el extendido mundo del año
susurrante se ha marchado
hay más espacio para vivir
el una vez secreto amanecer
llega la tarde con la luz del día
y la oscuridad camina indefensa.
Entre
el bravo y turbulento arder de las
hojas
y el invierno que cubre nuestros
corazones con su nieve pesada
estamos solos y no hallarás
las nubes nocturnas
la luna las estrellas mansas giran
alrededor de nuestros hogares.
Ésta es la estación
humana en el aire estéril
las palabras pueden transportar
el aliento y el sonido se arrastra
[y
continúa resonando
oímos
el grito de un hombre muerto
desde un otoño que se ha
ido hace mucho tiempo.
Te
llamo y mi súplica se extiende
mucho más allá de
este aire amargo.
El
sol en marzo
El
brillo extraordinario de este sol
señala
la intensa oscuridad que me penetra.
Nuevamente ilumina las cosas que
se embellecían
en el azul más extenso, y
eran parte
de
un espíritu que se transformaba
en ser anterior;
también regresa desde el
aire del invierno,
como
una alucinación que deslumbra
la visión del ojo. Nuestro
elemento;
el
frío, allí estamos
a gusto, el aire invernal
trae voces de leones que caen.
¡
Oh! rabino, guarda mi alma
y sé el sabio de esta confundida
naturaleza.
De la simple existencia
La
palmera al final de la mente
detrás del último
pensamiento, crece,
en la distancia de oros brillantes,
un
pájaro de plumas de oro
canta en la palmera, sin significado
humano,
sin sentimiento humano, una canción
extranjera;
entonces
comprenderás que no es la
razón
la que nos asiste en la felicidad
o tristeza de los días.
El pájaro canta, sus plumas
resplandecen.
La
palmera se yergue al borde del vacío.
El viento baila en sus ramas,
las doradas plumas del pájaro
caen lentamente,
suspendidas en el aire.
Depresión primaveral
Canta
el gallo,
y la reina no despierta.
El pelo de mi rubia
reluce al sol,
como la baba del rumiante
flotando en el viento.
Oh,
oh
el kikirikí
no obtiene el eco
del cocorocó.
La
reina de verde brillante
vestida,
decide no hacer su aparición.
Metamorfosis
Amarillito,
amariiiilliiito,
Amariiiilliiiiiiiiito,
viejo gusano hermosas curvas
sep....tiem.......bre
en el viento.
El verano muere,
los pájaros han volado.
Oh, por favor recrea
oc... octu....octubre.
Las
hojas descorteses caen,
la lluvia cae, el cielo cae,
se recuesta con los gusanos.
Los
faroles de la calle
son aquellos que han sido colgados
balanceándose sin lógica
de aquí para allá
del cero al infinito, de la nada
al limbo.
(esta
síntesis biográfica
fue realizada por Esteban Moore)
Wallace
Stevens nació en 1879 en
el estado de Pennsylvania y estudió
leyes en la universidad de Harvard,
luego de obtener su título
de abogado trabajó hasta su
muerte en 1955 para una compañía
de seguros en Connecticut.
Sus primeros poemas fueron publicados
en la revista Poetry y en 1923 dio
a conocer un volumen de poemas, Harmonio,
que incluyó el poema Trece
maneras de observar a un mirlo.
Posteriormente publicaría,
entre otros libros, Ideas de orden
(1935) El hombre con la guitarra
azul y otros poemas (1937); Las
auroras del otoño
(1950) y en 1954 se editó su
Obra reunida.
La edición de sus obras completas
le trajo algún reconocimiento,
no obstante recién en sus últimos
años de vida se lo consideró
un poeta relevante.
En la actualidad sus meditaciones
sobre el orden, la imaginación,
la realidad y el arte; siempre enigmáticas,
elegantes e intelectuales gozan de
gran prestigio en la tradición
poética norteamericana.