SOBRE
LA MURALLA DEL TIEMPO LA PALABRA
MAS ALTA
Else
Lasker-Schüler
-
Alemania (1876 -1945)
Fin
del Mundo
Hay
un llanto en el mundo
como si el santo Dios hubiera muerto
y la sombra de plomo que cae
oprime con peso de sepulcro.
Ven,
vamos a ocultarnos más cerca...
La vida está en todos los
corazones
Como en féretros.
Oye,
besémonos intensamente.
Una nostalgia llama al mundo
en el que debemos morir.
Mi
piano azul
Tengo en casa un piano azul
aunque no sé ninguna nota.
Está a la sombra de la puerta
del sótano
desde que el mundo se enrudeció.
Tocan cuatro manos de estrella
-la mujer- la luna cantó
la barca-
Ahora bailan las ratas en el tecleo.
Lloro la muerta azul.
Ah, queridos ángeles, abridme
-comí del pan amargo-
a mí con vida la puerta del
cielo
incluso contra lo prohibido.
Dios, escucha...
La
noche se concentra en torno a mis
ojos
como un anillo.
Mi pulso transformaba la sangre
en flamas
y, sin embargo, todo estaba
gris y frío en torno a mí.
Oh
Dios, y en los días vivos
sueño con la muerte.
La bebo en el agua y la trago en
el pan.
No existe medida en tu balanza para
mi tristeza.
Dios,
escucha... En tu preferido color
azul
canto la canción del tejado
de tu cielo.
Y, sin embargo, el día no
despertó en tu aliento
eterno.
Ante ti, mi corazón casi
se avergüenza de su
sorda cicatriz.
¿Dónde
termino? - ¡¡Oh Dios!!
Pues miré las
estrellas
y también a la luna, al valle
de todos tus frutos.
El vino rojo pierde ya el sabor
en su fruta...
Y sobre todo -la amargura- en cada
pepita.
Else Lasker-Schüler nació
en Alemania y murió en Jerusalem.
Sus textos están marcados
por las texturas del temprano expresionismo
cercano a la fuerza de obras como
las de Kokoschka y la torre interminable
de la mitología judeo-cristiana.
En poesía publicó
entre otros: Estigia, Mi piano
azul, Baladas Hebreas, El séptimo
día.