Joseph
Brodsky (1940-1996) RUSIA
Traducción
de Ricardo San Vicente
DEDALO
EN SICILIA
Se pasó la vida entera construyendo,
inventando algo.
Ora una vaca artificial para la
reina de Creta,
con que poner cuernos al rey; ora
un laberinto
(ya para el propio rey) que ocultara
de miradas indolentes
el fruto monstruoso; ora un aparato
volador,
al enterarse al fin el rey de quién
en su corte
se había entregado a tantos
menesteres.
Su hijo en el vuelvo pereció,
cayendo al mar,
como le ocurrió a Faetón,
también ajeno
al consejo paternal. Ahora, en algún
lugar
costero de Sicilia, sobre una roca,
mirando al frente
se sienta un provecto anciano capaz
de viajar por aire
cuando no puede hacerlo por tierra
o por mar.
Se pasó la vida entera construyendo,
inventando algo.
La vida entera de sus inventos,
de sus construcciones
le tocó huir, como si construcciones
e inventos
quisiesen deshacerse del proyecto,
como un niño avergonzado
de sus padres. Al parecer
se trata del horror a repetirse.
Sobre la arena corre
rumor de olas, atrás se ve
el azul de los dentados montes
pero él siendo joven inventaba
la sierra, tras colegir
la aparente semejanza entre estática
quietud y movimiento.
El viejo se inclina y tras, atarse
al tobillo
un hilo largo, para no extraviarse,
con un quejido
se encamina hacia el reino de los
muertos.
1993
VERSOS
SOBRE LA CAMPAÑA DE INVIERNO
DE 1980
(parte VII)
En
la estratosfera, una perra por todos
olvidada
ladra, mirando por el ojo de la
claraboya.
¡Bola, Bola! Contesta. Soy
Diana.
La Bola está abajo, y el
ecuador sobre ella.
Como un dogal. Campos, barrancos
y laderas
repiten con su blanco las mejillas.
Todo el color de la verguenza se
ha ido en banderas.
Y en un jaulón cubierto,
las gallinas,
estremecidas por verse allí
despiertas,
ponen huevos de color inmaculado.
Y si algo negrea, sólo son
unas letras.
Como huellas de liebre viva de milagro.
1980
* * *
Holanda es una tierra llana
a fin de cuentas convertida en mar,
que, en conclusión, no es
otra cosa
que Holanda. Los peces sin pescar,
charlando en holandés entre
ellos,
no dudan que sea su libertad
mezcla de grabados y encajes. Morir
de sed,
subir a una montaña, en Holanda
es imposible.
Todavía cuesta más
dejar un rastro fiel,
cuando te vas de casa montado en
bicicleta,
y en barco, no digamos. Pues los
recuerdos son
Holanda. Y no hay un solo dique
que pueda contenerlos. Interpretado
así,
yo vivo en Holanda desde hace mucho
más
que de su mar las olas, que corren
a lo lejos
sin destino. Como estos versos.
1993
ESTROFAS
VENECIANAS
(parte II)
La plaza está vacía,
los muelles desiertos.
Hay más rostros en los muros
del café que en el café;
una muchacha con pantalones de seda
toca el laúd
para una Mustafá ataviado
como ella.
¡Oh, siglo XIX! ¡Nostalgia
del Oriente! El desterrado
posa sobre la roca. Y la luna, como
un leucocito,
entra en las obras de los rimadores
que mueren de tifus y dicen que
es de amor.
1982
QUINTETO
(parte 5)
¿Se
ha dicho la palabra! Si se ha dicho,
¿en qué lengua? ¿Existió
el Niño? ¿Y cuánto
hielo
hay que echar en el vaso para detener
al Titanic
del pensamiento? ¿Recuerda
el todo la función
de las partes? ¿Qué
sentirá un botánico
al ver pájaros dentro de
un acuario)?
Imaginemos ahora un vacío
absoluto.
Un lugar sin tiempo. El aire per
se.
Aquí y allá. Arriba
y abajo. En resumen,
la Meca del aire. Oxígeno,
hidrógeno. Y adentro,
día tras día, apenas
se contrae
un solitario párpado.
Estas son las notas de un naturalista.
Las notas de la Natura lista.
Una lágrima cae en el vacío
sin aceleración.
Neurosis siempreverde, cuando escucho
el zumbido
de la tse-tsé del futuro
tiemblo aferrado a mis raíces.
1983