Patricia Ortiz - ARGENTINA
Giro astral
Astral,
exenta de vientos y sonidos
me vuelvo cuarto creciente,
satélite en tus tormentas.
Giro sensual en torno a tus eclipses,
te sostengo en el relieve de mi pelo
sin ahogar tu grito, aunque duela.
Sirena plenilúnica de pasiones
descubro ante vos mis dos rostros:
de luz y sombra / esperanza y olvido.
s/t
El mismo brillo en los zapatos de alguno
el mismo olor a betún,
la misma opacidad en los ojos de los lustrabotas
-pero distintos ellos, sí-
uno viejo, pálido y flaco en la plaza de San Telmo
y dos niños mansos acaso inocentes, en Oaxaca.
Y la imagen que pintaste de ese sol quebradizo
zigzaguea entre dos ciudades, sin decidirse a elegir
por las ramas del flamboyán o las del palo borracho,
multiplicando las sombras donde encontrarnos.
Inmóviles
El norte se derrumba
entre gráficos de colores
y nosotros acá abajo como siempre, inmóviles.
Sobreviviendo.
Amenazando al pobre sauce que ya no llora
al zorzal que ya no canta
confuso y apenado en la pecera.
Encendiendo el hielo del exilio
hacia los jardines de anémonas
que penden de los tejados.
¡Aleluya!
Intimidad
“Los monstruos pasan los dedos
por tu cuerpo”
Nélida del Bonis
Amasa la imaginación y la deja en forma bollo levando cerca del fuego. Crece hasta rozar los límites del deseo, que despierta voraz en sus manos. Laten las yemas de sus dedos en el amanecer de la caricia. La piel cierra los ojos y se entrega al goce íntimo del tacto. Transpiran los sentidos en el caldero del tiempo. De pronto la Tierra arrebolada redobla sus giros. Oscurece en todo el mundo mientras entre sus piernas se agita el sol pleno del mediodía.
Haikus en el geriátrico
ya resignado
arrumbó la tristeza
en el placard
sabia mirada
herida de silencios
nunca enmudece
lleno de culpas
el salón de visitas
cual purgatorio