Rubén Sebastián Melero - ARGENTINA


LA MEMORIA DEL RÍO

Los aciagos caranchos descendieron
trazando remolinos. En la costa
un cuerpo destrozado de mujer
cayó en la oculta trampa de raigones.
Los que la vieron, dicen que tenía
mordeduras de hambrientas palometas
que ocultaban las otras mordeduras,
los otros golpes y las otras huellas.

La corriente traía en esos tiempos
cardúmenes de hombres y mujeres.
La denuncia de todos los hallazgos 
era bocado de otras palometas
que la dejaban reducida a tontos
y apagados informes policiales.

        Cuando el río se agita, cuando crece
        y el sol de la memoria lo acaricia,
        se escuchan voces, gritos que se apagan...
        Su piel, su fresca piel, me sabe a sangre.

 

De "Sobre la piel del río" (1988)

 

ELLA ESCRIBÍA

Ella escribía al borde del abismo
águila triste
cóndora sin alas

a menudo ensayaba desde lo alto
canto en picada
potente y visceral

 

Creía en las palabras
y tejía con ellas
redes que la detuvieran
en su salto mortal
hacia la Nada

 

¿falló la red?
¿acaso fue su aliada
en el vuelo final
cuando cayera
buscando la oquedad
la hondura
las deseadas caricias del silencio?
           caricias del silencio
                 del silencio
                  el silencio
                    shhhhh.

De "La baba del caracol" (2013)

 

LAS CANCIONES DE AMOR

“La gente no sabe qué peligrosas pueden ser las canciones de amor – avisó ocultamente el huevo áureo de Russell”. (*)

Las canciones de amor se multiplican
qué peligrosas son
se multiplican
como los panes
como los pescados
las canciones de amor se multiplican.

Y al “gran engullidor”
Algo le huele a error.
¿Por qué no callan?

al contrario
más bien se multiplican
las canciones de amor se multiplican
las letras locas van de boca en boca
la sangre pica-pic
salpica
las denuncias pica-pic
salpican
las canciones de amor se multiplican
cantan de norte a sur
de este a oeste
son una peste
habrá que silenciarlos
cueste lo que cueste.

(*)Ulises. James Joyce. Editorial Lumen. Prólogo y traducción de José María Valverde.  (Pag.222)



ENCARNADURA DEL DESEO

Busca un poema en cada mar
cada pueblo
cada gran ciudad
cada montaña

devela las palabras ocultas en la selva
y la arena de todos los desiertos

celebra los atardeceres
se purifica en el agua de los ríos
escribe los caminos
apunta en su cuaderno
esas pieles que vibran en su piel
los decires que anidan en su corazón

como si la vida fuera un largo viaje
cada vez que regresa
pájaro cansado
repasa sus poemas mientras vuela
los lugares que todavía no pisó
y las bocas que quedan por besar.

 

NUEVA ORLEANS

El alma negra estalla en las trompetas
la música del jazz apaga
los gritos que se mueren en silencios
la última oración del que se ahoga
la sed el hambre el miedo el desamparo
por sugerencia de la "Information Office"
los turistas pasean en tranvías
juegan a bailar y hacer locuras en la Borbon Street
elijo navegar el Mississippi en un barco a vapor
mientras el agua se transforma en letras
las letras se convierten en historias
un niño ve sus libros en la orilla
y luego el viento que se lleva todo
y luego el viento que se lleva todo
pareciera que ya no quedan rastros
pero después del jazz y las sonrisas amplias
hay un hondo dolor que no se borra
heridas que no cierran
y un blues tristón que hace vibrar el alma
cada vez que una nube surca el cielo
en plena temporada de huracanes.

 

 

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