MILAGRO
En un rincón
está esperando una brisa sutil,
una brisita leve,
que este anochecer, como al descuido,
sin que lo sepas,
ha de rozarte.
Habrá de pasar al costado de tu cuerpo
cantando el perfume de tu nombre.
Los milagros se acuestan sobre sueños,
enardecen de imposibles.
Y logran
que una brisa sutil,
una brisita leve,
pueda cruzar el universo más universal
desde esta mesa de bar donde te pienso.
CERCA SIN SABERLO
Uno camina a veces con tal indiferencia
al costado de la pasión
que cree rozar la sombra de un sueño
una mezquina caricia de la vida,
y sin embargo
tan cerca ha pasado
que ha perdido
-otra vez-
el Paraíso.
A un paso de la dicha,
las Tablas de Moisés se burlan,
la lira de David enmudece
y Salomón,
vuelve a llorar por Belkis.
La indiferencia es un patíbulo.