Silvia
Mazar ARGENTINA
Y
los bañó un recuerdo
de naranjas
de los días
en que la piel se disolvía
en labios
y los ojos devenían cielo
cuando
las manos eran de césped
y todas las flores
cuando nadie gritaba sus nombres
en la noche
porque todo era día
y era el sur el norte de las venas
y era la frente sueños
los gatos y las piedras
y
fueron reyes toda la mañana
Ya no
la luz se ha calmado y el viento
no se dibuja en la ventana
Ya
no se ve sin un cristal que ampare
no hay libertad para recordar
el estremecimiento
como un guijarro cruel en el zapato
¿y
el deseo, quién se atreve
con él?
con el deseo, que todo lo perfuma
Un cordero pasta
su lana vigorosa e inocente
se mueve con el viento
y esa pequeña porción
de paz
es una sutil felicidad
De a ratos
los pies de nosotros pisan algún
pasto
para sobrevivir a lo vivido
entonces nos parece tan fácil
vivir
como cerrar los ojos y soñar:
buscar desesperadamente
aquel sueño que nos contuvo
un día
Siempre te espera, el sol, en el
banco
recién pintado, aquel con
su verde chillido
Siempre te ve, porque te busca,
en los brazos tendidos al día
junto a tu piel ligera de pollito
junto a tus ojos desmesurados, el
sol se pone
y cada tarde cuando lo veo irse
sueño que te encuentra, del
otro lado
Así, tan lento, sucio
mostrando el candor de creerse
pasa y pasa frente a mis ojos
que tampoco saben bien si son
Los
dos nos miramos
pero nunca dos veces en el mismo
día:
nunca dos veces tengo
tantas lágrimas para darle
o tanta risa
como para salpicar las dos orillas
Quizás
mañana no venga,
entonces no sabré si estuvo
o si es una canción de frío
paso por su lecho
lastimo sus piedras y quedo
vacío
Silvia
Mazar nació en Buenos
Aires en 1937.Ha publicado "Amuletos"
(ed.Filofalsia-1989),"Otras
son de arena". (Libretas del
Rojas-1990), integro las Antologias
del Empedrado I y II (1996-1997)
y participo en numerosas antologias.Desde
hace 5 años coordina el grupo
GENTE de LUNES y un taller en su
casa.