Seamus
Heaney
IRLANDA
The Singer's House (La casa del
cantante)
"La
gente aquí solía creer
que los espíritus de los
ahogados vivían en las focas.
En primavera podían cambiar
de forma.
Les encantaba la música y
nadaban en busca de un cantante
que
podía estar parado a finales
de verano
en la boca de un cobertizo de turba
enjalbegado,
hombro en la jamba, y una canción
perdiéndose como una barca
en el crepúsculo.
Cuando
llegué aquí por primera
vez siempre cantabas,
algo que recordaba el golpe del
pico
en tu vibrante subida y ataque.
Vuelve a alzarla, hombre. Todavía
creemos lo que oímos."
Un
papalote para Michael y Christopher
" Durante toda esa tarde de
domingo voló un papalote
por encima del día, cuero
bien estirado, puñado de
paja al aire.
Al hacerlo, lo sentí gris
y resbaloso, lo probé cuando,
ya seco, se puso blanco duro, amarré
los moños de periódico
a lo largo de su cola de dos metros.
Pero ahora estaba lejos, como una
pequeña alondra,
y jalaba como si la cuerda pandeada
fuera una red con que alguien intentara
pescar todo un cardumen. Un amigo
mío dice que el alma humana
pesa casi lo mismo que una perdiz
; pero el alma anclada ahí,
la cuerda que se afloja y luego
asciende,
pesa lo que una zanja clavada en
los cielos. Antes de que el papalote
se hunda en el bosque y esta cuerda
se mueva inútil, muchachos,
sientan en ambas manos el jalón
de tristeza que corta, su raíz,
su larga cola.
Nacieron preparados. Párense
frente a mí y hagan el esfuerzo"
LA
CAMPAÑA DE LA FRONTERA
Para
Nadine Gordimer
"Surcos
de hollín en el muro de la
Audiencia, un boquete
en el tejado, las alfardas
humeantes aún bajo la lluvia:
cuando oí la palabra "ataque"
en St. Columb's College en el cincuenta
y seis
me dejó sin aliento, no dejó
nada entre mí
y el cielo que fluía lejos
del internado
como fluyó, tal vez, la mañana
siguiente
a la masacre de Herodot, su plácido
reflejo
en las enormes huellas anegadas
con que Grendel marcara
la linde del marjal.
Yo ya era entonces parte
de lo escrito y lo por venir,
uno con los caudillos que hicieron
a caballo los caminos
para admirar la garra que Beowulf
colgó
en lo alto del alero, bajo el curso
solemne de los cielos.
Cada
zarpa y cada uña, cada espuela
y espolón en la garra de
la bestia pagana
era un clavo de acero en el rocío
matinal."
(Del
libro "Electric Light")
UN
MURCIÉLAGO EN EL CAMINO
"
Un alma murciélago despierta
a la conciencia de sí misma
en la oscuridad, en secreto, en
soledad.
Capaz
serías de alzar un sombrero
viejo entre los dientes
de un trinche
y recorrer la boca del puente por
el sutil placer
de un cierto batir de alas. Delgadas
telarañas, uñas
infantiles que se clavan al forro
del sombrero
Pero no la bajes, no interrumpas
otra vez su vuelo,
no la niegues ; en esta ocasión,
déjala en libertad.
Sigue
su aleteo de murciélago bajo
el puente de piedra,
bajo la vía del tren rumbo
al centro del país y Escocia,
y suéltala ahí, en
la oscuridad.
En
un instante proyectará sombras
sobre los laureles,
brillantes como la luna, o rozará
la pared cubierta de una cancha
de tenis.
En un instante te habrá sacado
ventaja en el camino.
¿Qué
te propones ? Sigues desviándote,
volando ciegamente sobre calderos
y alambradas,
invitada por la caricia de una palabra
como peignoir, cruje
y resplandece fugaz, seda tornasolada,
la cautela de
las inundaciones.
Tan cerca de mí que la oía
respirar,
y ahí junto a la ventana
iluminada tras los árboles
cuelga
en enredaderas bordeando la mampostería,
ya es una hoja mojada volando en
la avenida,
ya se halla suavemente cubierta
por las sombras trepadoras junto
a las Rejas Blancas. ¿A quién
se le hubiera ocurrido ?
En las Rejas Blancas
los dejó hacer su voluntad.
Quédate
colgada el tiempo que te plazca.
No hay nada que esconder. "